Baiona, Catoira y otros municipios costeros de Pontevedra acogen numerosas fiestas de interés histórico-cultural que giran en torno al Descubrimiento de América, San Roque o las incursiones vikingas. Precisamente, una de las celebraciones más singulares de las Rías Bajas o Rías Baixas es la Romería Vikinga.
Se desarrolla durante la primera semana de agosto, en las Torres de Oeste de Catoira, en la comarca de Caldas. Año tras año, las ruinas de esta fortaleza defensiva se convierten en el escenario de una pintoresca representación: la contención del asalto vikingo por parte de los vecinos de esta localidad, en un ambiente festivo que congrega a decenas de miles de asistentes.
Los bayoneses, por su parte, celebran un acontecimiento más relevante en la historia nacional: la llegada de Martín Alonso Pinzón al timón de La Pinta con la noticia del descubrimiento del Nuevo Mundo. Este acontecimiento, acaecido hace más de cinco siglos, sigue vivo en la memoria de los residentes de Baiona, que lo festejan orgullosos por todo lo alto.
Con motivo de la Festa da Arribada, este municipio vigués acoge toda clase de actividades: desde exhibiciones de cetrería y talleres de artesanos y gremios hasta justas medievales, muestras etnográficas y torneos de esgrima.
De corte más religioso son las fiestas dedicadas a San Benitiño de Lérez. Es entonces cuando esta parroquia de las Rías Bajas se transforma en el epicentro de una romería, con espectáculos de gaitas y panderetas, un banquete a base de mejillones y otras actividades. Se celebra en los meses de marzo y julio, en el Monasterio de San Salvador de Lérez.
A mediados de agosto, Villagarcía de Arosa y otros municipios honran a San Roque con una festividad muy especial, pasada por agua no por las tormentas de verano, sino por la Fiesta del Agua: los vecinos arrojan a los participantes cubos de agua desde sus balcones.