La crisis sanitaria del Covid-19 propició un boom sin precedentes del autoempleo en España. Aunque las últimas leyes y bonificaciones han mejorado las condiciones del colectivo, queda mucho por hacer, y la prueba es que solo nueve de cada mil autónomos solicita la baja por enfermedad o incapacidad temporal. Para contrarrestar las carencias de las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social, cada vez más trabajadores por cuenta propia decide contratar un Seguro salud autonomos.

Estas pólizas protegen al trabajador autónomo en cualquiera de los cuatro escenarios que le impedirían desempeñar su actividad con normalidad. En primer lugar, la enfermedad profesional engloba cualquier dolencia adquirida en el transcurso de su ocupación o en el contexto laboral. En este y los demás supuestos, debe estar certificada por un médico, quien estipulará también el tiempo de convalecencia.

Las bajas por accidente laboral, por su parte, comprenden cualquier revés sufrido durante el desempeño de su profesión. A esta categoría pertenecen contingencias como las torceduras, las caídas, las hernias discales, etcétera, y también incluye las ocurridas al desplazarse o volver del trabajo, esto es, los incidentes in itinere (colisiones peatonales, accidentes de tráfico, etcétera).

En cuanto a la baja laboral por enfermedad común, aglutina todas las dolencias que el asegurado haya contraído al margen de su actividad laboral. Es un abanico amplio que puede resumirse en dolores musculares y articulares (ciática, p. ej.), problemas respiratorios (bronquitis, faringitis, gripes corrientes), enfermedades estomacales (gastroenteritis, colitis ulcerosa) e incluso patologías mentales (estrés y ansiedad), que están al alza según recientes encuestas.

Por último, la maternidad o paternidad es otro motivo de baja entre los trabajadores autónomos. El nacimiento y cuidado del recién nacido da derecho al cobro de una prestación y al disfrute de dieciséis semanas de baja. En casos concretos, este periodo puede ampliarse hasta un número límite de semanas extra.

El sector asegurador genera en el usuario español una confianza y demanda superiores a otros mercados. Sin embargo, el incremento de la oferta ha elevado la ‘guerra’ de precios en seguros dentales, de salud, de coche, etcétera. Hoy más que nunca es fácil ahorrar al contratar este servicio.

Una práctica efectiva es contratar con la misma entidad en vez de con múltiples. Aunque la especialización puede ser un valor añadido, generalmente va en contra del ahorro económico. Porque la mayor parte de las aseguradoras ofrecen descuentos adicionales por firmar con ellos, por ejemplo, el seguro dental y el de hogar.

Las pólizas de seguros pueden financiarse de múltiples formas. Con ello, las compañías aumentan las facilidades de pago. El fraccionamiento de pagos es una modalidad habitual. Como sucede con otros bienes y servicios, dividir el pago en múltiples cuotas o mensualidades alivia las finanzas personales a corto plazo, a expensas de asumir un coste más elevado a largo plazo. Por esta razón, decidirse por el pago único es lo más aconsejable.

Por otra parte, los comparadores de precios son herramientas útiles a la hora de buscar y analizar el abanico de ofertas disponible en el mercado. Polizamedica.es, TuPolizaDeSalud y otros comparadores especializados suponen una gran ayuda, al igual que portales de vocación general como Rastreator o Acierto.

Cada aseguradora dispone de múltiples productos, con prestaciones y servicios adaptados a público determinado. Pagar por coberturas innecesarias es ilógico, y por ello se recomienda investigar a fondo qué se incluye en la póliza en cuestión.

Tan importante como las coberturas son las exclusiones. En el segmento low cost es frecuente que las compañías agreguen numerosas condiciones y limitaciones que perjudican al usuario. Por ejemplo, las enfermedades preexistentes.

Del punto anterior se deduce que el precio no lo es todo, sino un factor que debe analizarse en conjunto con el historial de la aseguradora o la calidad de sus prestaciones.

1. Una asesoría. Muchas personas creen que son capaces de realizar un trabajo diario en su empresa y, una vez que llegan a casa, llevar la contabilidad y realizar el trabajo de gestión. Pero una asesoría puede marcar una gran diferencia. No solo se encargarán de que todo se pague a tiempo y no olvidemos ningún impuesto que luego pueda llegar con recargo, también se encargarán de informarnos y de gestionar las ayudas a las que podamos tener derecho.

Asimismo, se pueden encargar de nóminas y de contratos para que no se meta la pata al realizar ninguna de estas gestiones. Pero lo más importante de todo es que gracias a una gestoría puedes tener más tiempo para ti mismo y no estar trabajando las veinticuatro horas del día.

2. Un buen seguro médico. Los servicios de un seguro medico para pymes pueden ser variados, el principal es el de realizar las revisiones médicas de los trabajadores, obligatorias. Pero, a la vez, puede ser un incentivo para premiar a aquellas personas que tienen una mayor implicación con la empresa y a las que no se quiere perder. Dotarlas de un seguro privado puede marcar la diferencia para que no se marchen a otra empresa y, además, es un gasto que puede deducirse en algunos casos.
3. Un plan de jubilación. Es importante para que, llegado el momento, el nivel de vida no pegue un bajón. Muchos empresarios de PYMES no pueden jubilarse cuando tenían pensado porque la empresa sufre un bajón en los últimos años de su vida laboral y se ven obligados a continuar ya que la pensión por la que han cotizado es insuficiente y la empresa ya no vale lo que pensaban o no es interesante de cara a nuevos compradores.

El plan de jubilación puede ser otro incentivo más para los trabajadores que se quiera conservar, siendo un premio a mayores que hará que se fidelicen y deseen quedarse. Además, en este tipo de empresas muchos de esos trabajadores imprescindibles son, a lo largo del tiempo, parte de la familia y es bueno cuidar a aquellos que importan. 

4. Formación. Los planes de formación a cargo de la empresa siempre son rentables si se escogen correctamente. Incluso hay algunos que están totalmente financiados. La formación de los empleados repercutirá en que la empresa tenga siempre personal al día.