El tardeo está de moda y lo que parecía una solución ingeniosa para los momentos en los que la hostelería cerraba antes en la pandemia, se ha convertido en una opción para quedar con los amigos y disfrutar de una salida divertida sin tener que volver a casa fuera de horas. Padres de niños pequeños, personas que trabajan el fin de semana y gente a la que, simplemente, no le va el ambiente nocturno, son los principales amantes de tardeo que no tiene por qué realizarse siempre en cafeterías o bares.
Si quieres organizar algo en tu casa pero no tienes ganas de que tus invitados se queden durante toda la noche, el tardeo es una excelente manera de disfrutar de la compañía de tus amigos y de tener los horarios controlados. Invita a tus amigos a una sesión de tarde/ merienda en tu casa y verás como se convierte en todo un éxito, con muchos puntos a su favor.
Una de las ventajas del tardeo es que no hay que hacer cena. Puedes Comprar albariño, unos refrescos y cervezas y contar con unos canapés o bandejas de fiambres y no hace falta nada más, como mucho alguna opción dulce. Coloca el picoteo en la mesa de comedor pero no pongas platos en plan formal ya que la idea no es sentarse a la mesa, sino estar de pie o sentarse de manera informan en diferentes zonas del salón. Así, la gente se acercará a coger algo para comer pero se acomodará donde le apetezca para charlar o se harán grupos de pie para hablar, dependiendo de la cantidad de gente que tengas en tu vivienda y de la distribución de la misma.
Si tienes niños pequeños, puedes organizar un tardeo con otros padres para que los niños puedan jugar juntos mientras tomáis algo. Esto evita que los padres tengan que estar pendientes de ir a por los pequeños y es un aliciente para conocerse un poco más y poder hacer planes con niños. Además, como los pequeños tendrán su hora de cenar y de dormir, se garantiza que a una hora prudente todo el mundo recoja sus cosas y se vaya a casa, por lo que no hay opción a que se queden rezagados que impiden que la familia pueda acostarse a su hora o, simplemente, disfrutar de la cena y la sobremesa a solas.